Los gemelos Mauricio y Enrique tenian 9 años cuando su padre los llamó para hablarles de hombre a hombres.
Mao y Quique hablaban un idioma basado en secuencias de tres y cinco silabas en algo que sonaba mas o menos : “astopàs- astopastopà”y que solo ellos entendian, pero ese dia estaban tan emocionados porque iban a conocer los secretos de la adultez que decidieron hablar como el resto de los cristianos.
Reunidos en el patio de atrás el padre habló.
Hijos : Ha llegado el momento de aprender un oficio. Cuando yo tenia vuestra edad salia en las noches a vender pasas a los borrachos. recogia las uvas que se caian al borde del camino y las secaba en el techo . Después construí un carrito con forma de nave espacial, conoci a vuestra madre y le hice un carrito también a ella. Con lo que ahorramos hicimos un tercer carrito y contratamos un vendedor, y asi sucesivamente hasta consolidar el imperio que tengo hoy, del que ustedes son los principes, asi que diganme que quieren hacer en la vida y yo conseguiré a los mejores maestros para ustedes.
-yo quiero ser flautista- dijo Mao.
-y yo quiero fabricar bicicletas,
pero antes quiero aprender a arreglarlas- dijo Quique
El padre lloró porque sus hijos habían hablado, porque sabian lo que querían y porque se estaban haciendo hombres. Sacó una botella de vino y les reveló los secretos de la adultez o mas o menos todas las cosas que un hombre y una mujer pueden llegar a hacer juntos.
(continuarà...)
El tiempo recobrado
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Con *El tiempo recobrado*, el séptimo volumen de *A la busca del tiempo
perdido*, culminaba Proust uno de los monumentos más grandes de la
literatura ...
Hace 5 horas
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